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Ya no es amor, es un masoquismo que te consume



Breve Reseña: Travesuras de la niña mala - Mario Vargas Llosa

(Mariana Antelo - 11:52)     Este fue el libro que compré en mi primera visita a la Feria del Libro de este año. Al leer la última página, se me vino a la mente hacer una reseña ya que ahora si tengo el espacio que necesitaba mediante este blog. No voy a mentir, la pensé más de dos veces, por medio a la crítica quizás, o por miedo a que muchos no coincidan con mis ideas, pero de eso se trata, de que cada día seamos más los valientes que osemos a publicar nuestras opiniones para tener un ojo más crítico y más selectivo a la hora de escoger un libro.

Travesuras de la niña mala, en su mismo título anticipa que no será una lectura usual, ni la típica historia de amor, y más aún si el autor es Mario Vargas Llosa, quien es mi escritor preferido desde siempre. Dividida en  7 capítulos, es una novela narrada en primera persona, con un lenguaje coloquial sencillo, y escrita de forma narrativa sin censura y con detalles bastantes explícitos que no dan lugar a ambigüedades. El título de cada capítulo, se debe a los hechos que ocurren en cada uno de ellos, y me dio la impresión que cada uno tenía una particularidad única, es decir, que son independientes, porque un personaje nuevo aparece en cada uno, cosa que es bastante singular de Vargas Llosa.                                                              A lo largo de 375 páginas, Ricardo Somocurcio, narra 38 años de su vida, 38 años dedicados a un amor imposible, masoquista diría yo, a un amor que jamás esperó nada a cambio y que no midió las consecuencias de la locura. Tratare de no explayarme tanto, porque si no tendría sentido que cuente toda la historia, tratando de ser lo más breve posible para que así ustedes, queridos bloggers, tengan esa curiosidad y corran a comprar esta maravilla. La historia en si es diferente, y al principio me chocó un poco la falta de censura, porque las intimidades entre los amantes protagonistas de esta novela, son narrados con lujo de detalles, y hasta empezaba a decepcionarme, porque no me agrada mucho lo erótico, pero más adelante la ´´cosa se puso buena´´. 
El sueño que tenía Ricardo de vivir en Paris, me llevo a la obra de Vargas Llosa: ´´La tía Julia y el escribidor´´, donde Mario menciona repetidas veces su sueño de vivir en el viejo continente, y esa conexión que tuvo desde siempre con ´´la France´´.
Esta novela está narrada de una manera tan realista y descriptiva, que hasta llegue a pensar que era una autobiografía del autor, y la viví tanto que me tomo tan solo 3 días terminarla y anhelar encontrar a alguien que me ame tanto así como la niña mala fue amada.

A sus 15 años, Ricardo Somocurcio, un peruano de Miraaflores, conoce el amor, conoce lo que es pasar días sin hambre, sin sueño, días pensando en su mirada, en su sonrisa, y lo que es mirarle el lado bueno a todo. Lily, la chilenita, es la que le roba el corazón, una joven linda y coqueta que nunca se dejó atrapar por este joven enamorado, quien se le declaro unas 20 veces a lo largo de su vida. Por cosas de la vida, meses después, resultó que Lily no era más que una peruana impostora y que jamás había conocido Chile, bastante desagradable para muchos, pero Ricardo la seguía amando más y más, pero desde aquel dia cuando la verdad se supo en una fiesta, no la volvió a ver más por uso 8 años.

A partir del segundo capítulo, comienza la verdadera aventura. Ricardo, traductor profesional, ha cumplido su sueño de llegar a vivir en  Paris, sueño de vivir en una ciudad perfecta. La historia gira alrededor de los años 1950, donde la dictadura y las guerrillas en América están en su auge. Por el destino, yo creo, porque no existe las coincidencias, Somocurcio se reencuentra con ‘’la chilenita’’. Luego de tantos años, Él se da cuenta de que sigue locamente enamorado, y la chilenita ya no era más Lily, ahora se llamaba Arlette. De aquí en adelante, la niña mala cambia 5 veces de nombre, de vida y 3 veces de matrimonio, convirtiéndola en una verdadera niña mala, pero que tenía a un pobre tipo que la amaba hasta más no dar. ¿Desde cuándo se ha visto que un hombre aguante tantos cuernos, tantas humillaciones de una mujer? Eso es lo que más me sorprendió de la novela, porque normalmente somos las mujeres las más emocionales, enamoradizas, ilusas y las que aguantamos todo por ese hombre que nos baja el cielo y las estrellas. Ricardo aguantó sus ‘’travesuras’’ por más de 30 años, siendo su amante en Paris, Londres y hasta en Tokyo, donde en cada país la niña mala tenía una identidad distinta. A Ricardo le importo poco o nada saber por qué desde joven nunca quiso revelar su verdadera identidad, y jamás había comentado algo de su familia, esta niña mala era puro engaños, mentiras y traiciones, con una exagerada ambición al dinero.  

Acerca de la trama, travesuras de la niña mala, tiene instantes que te cautivan, pero en otros te abruma con hechos un poco iluso, porque es absurda tana ‘’coincidencia’’ del tiempo y el espacio entre la ninha mala y el niño bueno (así la niña mala lo llamaba a Ricardo) donde todo favorece al niño bueno. Increíblemente, las personas que Ricardito (asi también lo llamaba su amada) va conociendo a lo largo de su vida mueren o simplemente desaparecen, cosa que no sucede en la realidad. pero luego de haber pensado el por qué todos desaparecían del camino de Ricardo, tuve la conclusión de que quizás Vargas Llosa quiso demostrar que cuando algo tiene que darse, ni el mismo destino puede impedirlo, todo se acomoda y los obstáculos desaparecen, porque si tiene que ser, será.                                                                   

La vida de Ricardito es bastante gris sin la niña mala, es monótona, y solo resucita cuando esta aparece y le vuela la cabeza, pero me apenaba mucho que ella solo lo busque para satisfacer sus placeres y que por siempre sea su amante que la sigue a todos los rincones de Europa. Cada encuentro que tenían, Ricardo le proponía matrimonio, la hacía soñar en despierta, pero con la insensibilidad de siempre ella se echaba a reír y le decía que la felicidad él nunca se la daría, porque para ella la felicidad era el dinero, y él era un mediocre traductor.  Una frase que la niña mala le dijo a Ricardo mientras hacían el amor fue: “Yo quiero ser siempre tu amante, tu perrita, tu puta. Como esta noche. Porque así te tendré siempre loquito por mí’’. Literalmente, tuve ganas de arrancar la página del libro, porque no podía creer que sea tan descorazonada y siga prefiriendo estar con un millonario que ni siquiera le daba la más mínima atención.                                                                                                                       

El amor obsesivo y sin sentido de Ricardo por la “niña mala”, me incomodó  a veces, pero bueno, esto es muestra de que alguien enamorado como Ricardo, puede hacer las cosas impensables como hizo por esta mujer insensible y caza fortunas, que nunca pudo agradecerle ni devolverle lo que el dio.                                                                                             Con tantas maldades que hizo la niña mala, algo le tenía que suceder. Fue esposa de un mafioso japonés, llamado Fukuda, quien era un enfermo sexual que prácticamente la deshizo. Nuevamente apareció en la vida de Ricardo, y él al verla así, hipotecó hasta su pequeño departamento solo por la salvarle la vida y llevarla con los mejores médicos de Paris. Es cierto que el amor nunca deja de ser, ni espera nada a cambio, pero después de dar todo por 30 años, yo ya hubiese dejado todo atrás.
Nunca pude saber si la culpa la tenía el por esperarla tanto, y continuar creyendo en un amor obsesivo, o de ella por haberse aprovechado de un pobre peruanito que solo quería amarla cada mañana, cada noche por el resto de su vida, pero es esto lo que le da vida a esta novela, las estupideces que cometemos sin darnos cuenta.

Son tantas las preguntas que me cuestionaba al leer, porque no me cabía en la cabeza como una chilenita, peruanita, japonesita  e inglesita podía mentir tanto y ser tan frívola sin un poquito de compasión. Pero es al final de toda esta historia, a sus 53 años, Ricardito por fin cumple su sueño, después de no verla 2 años, se reencuentran en Madrid, ella ya bastante avejentada, le propone iniciar una vida juntos, y que nunca más cometería los mismo errores (claro, ya no le quedaba mucho tiempo de vida porque tuvo cáncer y parecía un esqueleto andante). Ricardito creyó una vez más en su palabra, acostumbrado a esta mujercita impredecible y cambiante, aceptó  y se fueron juntos a vivir a una pequeña casa, un sueño vuelto realidad.
Ricardo, al final se entera por qué su niña mala fue una mentirosa toda la vida, por cosas del destino, en un viaje a Perú, conoce a su padre, un hombre bastante pobre, quien le cuenta que tenía un hija que vivía en Paris, que siempre se avergonzó de su procedencia y que nunca más se acordó de su familia. Obviamente, Ricardo nunca comentó una sola palabra a su niña mala, porque ahora si entendió que todo se debía a su dura infancia, y con más ganas la amaba cada día mas.

El libro lo recomiendo, sin duda alguna, te muestra que el amor a pesar de ser tan bello, es amargo, doloroso a veces y que muchas veces oyes cosas que no quieres oír. Una vez más, Vargas Llosa me sorprende, pues es el tercer libro que leo, y admiro esa forma que tiene de escribir, tan descriptiva  y sencilla. La forma en que cuenta historias distintas y las enlaza, es única.

Había momentos en que no entendía a la niña mala, el por qué actuaba con tanta frialdad inhumana, si lo que más quiere una mujer es ser amada con locura.                                               La vida no siempre será perfecta, y la felicidad es fugaz, así lo confirmaba repetidas veces Ricardo, porque aquellas noches de lujuria con su niña mala, eran un sueño que duraría tan solo horas, y ya estaba acostumbrado de que todo suceda así.  
No es la mejor novela que he leído de Vargas Llosa, pero la forma en que suceden las cosas tan inesperadas y que la desgracia azota a Ricardo tantas veces, es lo que la hace tan intensa. Creo que la novela me gustó mucho por el hecho de que se trata de un amor casi imposible, y siempre estuve atraída a esta clase de literatura, donde el amor es el principal protagonista.                                             

Nunca logré entender eso de ‘’dar todo’’ y nunca recibir ni un gracias a cambio, puede ser por lo que no me he enamorado como en las novelas aun, y todavía no comprendo ese "masoquismo divino'' que te pone una venda en los ojos, que más que amor, es una obesesión.

Alfaguara - Quebecor World Perú S.A,2006, Mario Vargas Llosa






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